“En esta rechingada hora de insomnio y de vergüenza estás presente, te necesito, te amo hasta quien sabe dónde, más, mucho más allá del amor y de la vida, te amo hasta la muerte; de tal modo que en vez de decir "te quiero" necesito decir: te muero, me muero en ti, me muero.”
— Jaime Sabines
sábado, 4 de agosto de 2012
177.-
Lentamente comencé a dudarlo. Tal vez la razón por la que no contestaba no era que sus reacciones fueran retrasadas, sino que simplemente el no me quería.
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