De vez en vez es reconfortante llorar a las penas que se han quedado anidadas en el corazón.
De vez en cuando es grato recordar aquello que te hizo desbordar el alma en sentimientos.
En ocasiones es bueno recordar tu ausencia.
Pero hoy no por favor, hoy me dueles como pocas veces.
“En esta rechingada hora de insomnio y de vergüenza estás presente, te necesito, te amo hasta quien sabe dónde, más, mucho más allá del amor y de la vida, te amo hasta la muerte; de tal modo que en vez de decir "te quiero" necesito decir: te muero, me muero en ti, me muero.” — Jaime Sabines
2 comentarios:
De vez en vez -hay que llamarlo ocasional-, de ir y venir, de sentir y no, el dolor un día se va.
Un día, quizá, con suerte antes de que la piel se agriete y cada surco esconda su nombre.
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